10 Juegos para favorecer la autoestima de niños y niñas.
Preescolar
Carteles con autoconceptos
El profesor coloca en distintas
partes de la clase carteles con cualidades académicas, sociales o físicas. “Soy
simpático”, “Juego muy bien al fútbol”, “Soy listo”. Los carteles son como los
de algunas publicidades, con pequeñas pestañas con el teléfono del anunciante
en su parte inferior. Los niños corren hacia el cartel que creen que los define
mejor, arrancan una de sus pestañas y la pegan en un dibujo de ellos mismos que
previamente han realizado.
La silla caliente
Un alumno se sienta en una silla
y el resto va pasando por delante diciéndole qué le gusta de él o ella, o qué
le hace sentir bien. “Vemos cómo algunos se ruborizan o se sienten incómodos;
no están acostumbrados a que les digan cosas positivas”, constatan desde el
equipo de Afectiva.
Juego de las estatuas
Sirve para trabajar las
emociones. Mientras suena la música, los niños bailan; cuando para, cada uno
debe quedarse quieto, reflejando una emoción en su rostro, y sus compañeros han
de adivinar de qué emoción se trata.
Primaria
Reparto de estrellas. Los niños
se sientan en el suelo, en círculo. El maestro dice algo positivo de cada uno
al tiempo que le entrega una estrella de papel o pegatina. A lo largo de la
sesión, cada niño debe decir algo positivo de los compañeros que tiene a ambos
lados mientras les entrega una estrella. “Lo fundamental es pensar en lo que
decimos a los demás, lo que nos dicen y lo que sentimos”, plantea la psicóloga
Sara Tarrés.
Caja del tesoro oculto
El docente esconde un espejo en una caja y
explica que dentro hay un tesoro único. “Generaremos así expectativa”. Los
alumnos abrirán la caja de uno en uno, sin decir a nadie lo que contiene. Al
final, el profesor les pedirá que digan en voz alta qué tesoro han visto, y les
preguntará por aquello que ellos creen que los hace únicos y especiales,
irrepetibles, maravillosos.
Las gafas positivas
El maestro pedirá a sus alumnos
que hagan el gesto de ponerse unas gafas imaginarias y muy especiales, a través
de las cuales verán solo lo positivo que hay en el mundo. Cada uno se dibujará
en el centro de un folio, indicando su nombre. Estos folios irán pasando de
mesa en mesa y los niños, todos con sus gafas positivas colocadas, irán
escribiendo cualidades de sus compañeros. “Me ayuda con los deberes” o “Aprende
muy rápido”. Es importante que el docente también haga su aportación, firmada.
“Estos mensajes alimentarán la confianza del niño a través del reconocimiento
de los compañeros y del docente, que es un referente clave en su vida.
Una variante de esta dinámica
consiste en que cada niño o niña se cuelga un folio en la espalda con su nombre
y el resto escribe cosas buenas de él o ella. Para terminar, todos comparten
sus impresiones y emociones en una asamblea.
Juego de mímica.
Cada alumno anota cosas que se le
dan bien y otras que le gustaría mejorar. A continuación expone, utilizando la
mímica, aquello en lo que es bueno, y sus compañeros tendrán que adivinarlo.
Hoy te enseño yo.
Actividad que también funciona en
secundaria. Se trata de organizar en el aula minitalleres impartidos por los
propios alumnos, a los que podrá apuntarse el resto de la clase. Los pequeños
profesores diseñarán sus talleres en función de sus propios intereses,
mostrando, por ejemplo, cómo hacer un truco de magia, cómo dar muchos toques
con el balón sin que caiga el suelo, cuánto saben sobre Star Wars o cómo
programar un videojuego.
Secundaria
Hay una carta para ti
Cada alumno escribe tres virtudes
y tres defectos que crea tener en una hoja de papel, que guardará en un sobre.
El sobre irá pasando por todos los compañeros, que habrán de sumar otras tres
cualidades, pero no defectos. Cada alumno leerá todo lo bueno que los demás
piensan de él. “El objetivo es que lleguen a entender que todos somos distintos
y, si bien todos tenemos defectos, también tenemos muchas cualidades que el
resto aprecia”.
Anuncios de contactos
A la entrada del aula se coloca
un folio con dos columnas: en la primera, cada alumno indicará qué puede
ofrecer a los demás (enseñar matemáticas, coger las cosas de los armarios más
altos); en la segunda escribirá sus necesidades, o qué le gustaría aprender de
sus compañeros (clases de dibujo, apoyo en ciencias). “Descubrimos a nuestros
alumnos cualidades y capacidades de sí mismos que desconocían o creían no
tener, y reforzamos su vínculo con compañeros y maestro, favoreciendo su
inclusión dentro del grupo”, dice López.
Véndete
Los chicos y chicas habrán de inventarse
un anuncio para venderse a ellos mismos, lo que les supondrá reflexionar sobre
sus cosas buenas, para que los demás los compren. Lo expondrán delante de sus
compañeros.
¡Fuera etiquetas!
La dinámica permite reflexionar
sobre las etiquetas, buenas y malas, que vienen impuestas desde el exterior y
que nos condicionan. Vago, torpe, desordenado, guapo, empollón. El alumno las
escribe en pegatinas blancas y se las va pegando por el cuerpo. Tras una puesta
en común en asamblea, decide con cuáles se queda y se quita las que no quiere.
“Les ayuda a entender que vale, me han puesto etiquetas y las he aceptado, pero
tengo el poder de cambiarlas o quitármelas”.
30 cortometrajes para educar en valores
Es una selección de cortos para educar en valores a través de la reflexión.
¿Qué hacer ante un conflicto con un compañero o compañera?
¿Qué hacer?
"El libro de Tere" es una herramienta audiovisual para prevenir la violencia sexual en niñas, forma parte de la campaña protégeme y del programa de empoderamiento para niñas y adolescentes.
El libro de Tere
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